lunes, 16 de diciembre de 2013

Pensiones privadas para salvar los bancos

Las pensiones públicas no son sostenibles. Hazte un plan de pensiones.

¿A que os suena?... Este mensaje lo han repetido incansablemente todas las autoridades y poderes fácticos desde que empezó la crisis. Y han dado pasos, precarizando las actuales prestaciones, para que sea creíble. Por aquello de las expectativas racionales.

Sin embargo las pensiones sí que son sostenibles, no voy a insistir en demostrarlo porque ya escribí sobre ello en Abril y antes que yo lo han hecho notables economistas como Vincenç Navarro. Sin embargo, sí me interesa traer aquí el porqué de este discurso tan insistente.

Habría que empezar por explicar como funciona un banco. De manera resumida. Si digo que todos los bancos están en quiebra dirán que soy un exagerado, que la crisis no es tan grave. Sin embargo no tiene que ver con la crisis, es la propia naturaleza del negocio bancario. Todos los bancos tienen pasivos exigibles a corto que no cubren con su activo, ya que éste es realizable a largo plazo. En conclusión, quiebra técnica.

¿A qué me refiero? Veamos una simplificación. El señor A ingresa 100€ en un banco que le ha tocado en la quiniela, el banco guarda las reservas legales del depósito (un 5%) y le presta el resto, 95€, al señor B a 5 años. Este señor usa el dinero para comprar en la tienda de C, que lo ingresa en el banco. El banco vuelve a reservar un 5% y le presta los otros 90´25€ a D, también a 5 años, que se los da a E y los ingresa. En estos momentos, A, C y E pueden sacar del banco, en cuanto lo deseen, a la orden, 285´25€, sin embargo, en el banco solo hay los 100€ del principio. El banco está creando dinero a través del crédito.

Este desfase entre lo que resulta exigible a corto plazo y los derechos de cobro a largo plazo supone un importante gap de liquidez para los bancos. Es lo que los y las economistas llamamos descalce de plazos. Y llegados a este punto es cuando se nos viene a la mente el tercer momento que todos recordamos de Eric Cantona. Después de la patada voladora a un hincha y el anuncio aquel en que decía "au revoir", aquella campaña de 2010 en que pedía que todos retirásemos nuestro dinero de los bancos para quebrar el sistema.


Y no le falta razón al ex-futbolista. Claro, que este riesgo sistémico de quiebra aumenta no solo por la percepción del mismo, por la posibilidad de un pánico y una retirada masiva de fondos. También aumenta cuanto mayor sea este gap, y por tanto más frágil sea el sistema. Para ello se analizan los ratios de liquidez y solvencia (contemplando también el neto patrimonial) de las entidades financieras.

Si nos atenemos al principal de esos indicadores, el ratio de solvencia Core Capital, que es igual al capital principal entre el pasivo exigible, vemos que los mejores resultados los obtienen las siguientes entidades:


Y todas las demás entidades con ratios más bajos. La mayoría rondando el 5% de las reservas legales exigibles. Esto significa que en el mejor de los casos, el banco soportaría una fuga de capital del 11% antes de no poder atender a sus obligaciones.

Sin embargo, es muy difícil que una parte significativa de los clientes retiren sus fondos de los bancos, por eso la iniciativa Cantoná no funcionó. ¿o sí?. Pues sí, pero de una manera perversa. No fueron los pequeños ahorradores y asalariados quienes sacaron su dinero. Han sido las grandes fortunas las que desde el comienzo de la crisis han protagonizado una auténtica fuga de capitales del sistema financiero español. Es lógico. Son los que realmente saben de economía y entendieron la fragilidad de los bancos españoles, la misma que los había enriquecido con la burbuja y ahora los amenazaba con quebrar y llevarse por delante sus fortunas ganadas con la especulación.


Aquí se muestra la evolución de los depósitos en los países periféricos de la UE, en el estudio del Bank for International Settlements de 2011. Sólo en 2012 salieron de España 179.221´2 millones de Euros, un 144% más que el año anterior. Una cifra equivalente al 18% del PIB.

¿Y a donde va todo ese dinero que sale de España? Pues principalmente a Alemania en Europa y a paraísos fiscales. Sitios donde guardar el dinero con seguridad.


¿Pero realmente había peligro? Pues la liquidez de los bancos españoles era realmente preocupante, con un endeudamiento enorme y con la cartera llena de activos tóxicos, que no podían vender para ganar liquidez porque no valían ni una fracción de su valor contable. ¿Y que pasa cuando los bancos se quedan sin liquidez para respaldar sus depósitos? Pues un corralito. Forlmente tu dinero está en el banco pero no puedes sacarlo, porque en realidad no está. Al final hay que ajustar y quitarte una parte de tus ahorros para que se ajusten a lo que hay. Una quita, como en Chipre, o un cambio de tus ahorros a otra moneda que valga menos, como en Argentina. En todo caso, pierdes.

Y ya en 2010, el premio nobel de economía J. Stiglitz situaba a España en la senda del corralito por sus similitudes con la Argentina de principios de siglo. En cualquier caso, habría que decir que el FROB garantiza los depósitos hasta 100.000 € en España (digamos que es como un seguro del Estado), siempre y cuando no quiebre también el FROB, claro.

Pues bien, estábamos en que los bancos, una vez que estalla la crisis, se dan cuenta de que necesitan urgentemente liquidez (por eso dejan de dar créditos por más avales que tengas y empiezan a cobrar por todo), y que los ricos, que se lo huelen, empiezan a llevarse su dinero al extranjero, agravando seriamente la situación. ¿Cual es la estrategia de la banca entonces? La estafa de las preferentes.

Las preferentes son el producto perfecto para esta situación. Son inversiones de altísimo riesgo, puesto que van a capital y por tanto sirven para cubrir las necesidades de liquidez, no están garantizadas y tienen que asumir pérdidas. Además son renta perpetua, por lo que no son exigibles. Es la manera ideal de captar liquidez. Y todos los bancos se lanzaron a una feroz campaña por convertir depósitos de ahorradores en participaciones preferentes. Para 2011 ya habían captado 30.000 millones de Euros en preferentes.

Esta estrategia tenía dos problemas. La primera es que era una estafa, la segunda que no era suficiente. De lo primero no hay mucho más que decir, han sido abundantes los titulares, ancianos firmando con la huella dactilar, bebés de 10 meses poseedores de preferentes, en fin, legislación penal pura y dura, a pesar de que todavía nadie haya ido a la cárcel. Solo Blesa, uno de los autores intelectuales de la estafa, la pisó unos días y al final acabaron condenando al juez.

Que no era suficiente quedó demostrado cuando un año después el gobierno tuvo que pedir el rescate a la UE para evitar el corralito. Eso sí, los preferencistas perdieron la mitad de su dinero (12.727 millones de €) con este rescate, al tener que asumir pérdidas por la recapitalización de los bancos. Ahorro de las familias españolas que en lugar de reconducirse a la inversión y la puesta en marcha de la economía, como se supone debe hacer el sistema financiero, fue fagocitado por los bancos para tapar sus agujeros.

El rescate, por su parte, se nos vendió como un crédito de 40.000 millones de Euros "en condiciones muy ventajosas" de Europa a nuestros bancos. En realidad era un préstamo a España, con una serie de contraprestaciones políticas en forma de recortes, ya que aumentaba en déficit público. Luego España transfería ese dinero a los bancos y se acabó, porque un año después el gobierno reconocía que no se iba a recuperar ese dinero. Ya no nos estafan los bancos, ahora es directamente el gobierno el que lo hace.

Pero parece que sigue sin ser suficiente. Ayer mismo, Lucio Di Matteo, analista de la crisis argentina de 2001-2002, decía que la amenaza de corralito seguía estando muy presente. Lógico, si consideramos que ya ha pasado en Chipre, que los bancos han usado buena parte del dinero obtenido para mantener sus márgenes de beneficios especulando, o que países como España o Grecia corren un gran riesgo de no poder para sus deudas públicas (que es igual a no pagar a los bancos, sus acreedores).

Los bancos necesitan seguir captando liquidez, y es aquí cuando viene la última estafa masiva a los ciudadanos. los planes privados de pensiones. Ya la Unión Europea, en su Libro Blanco sobre las Pensiones, recomendaba a los españoles que se abrieran planes privados para garantizar su jubilación. Yo diría para garantizar el pago a sus bancos. Y es que, estos planes privados suponen que una parte de la renta anual de los trabajadores y trabajadoras quede bloquedada por 30 ó 40 años en poder de los bancos para que especulen con ella. Es una inyección de liquidez no exigible a hasta muy largo plazo, justo lo que necesitan.

También el gobierno, el actual y el anterior, se lanzó a esta campaña para que nos abriésemos planes privados. Recordemos las declaraciones del ministro de trabajo Celestino Corbacho allá por 2010, por ejemplo. Lo mismo que dos años después decía Linde, el gobernador del Banco de España.Y por supuesto las entidades financieras, advirtiéndonos que si conocemos las tragedias familiares de Marco o Heidi, necesitamos un plan de pensiones. Yo por suerte era más de la Bruja Avería. ¡Viva el mal, viva el capital!

Pero veamos si este es un buen consejo desde el punto de vista económico. Comparando los resultados del estudio realizado en 2011 por el profesor Pablo Fernandez del IESE-Business School, que analizaba la rentabilidad en los últimos diez años de los 532 planes de pensiones privados:

  • Solo 2 fondos de los 532 superaron la rentabilidad de los Bonos de Estado a 10 años
  • 3 fondos de los 532 superaron el 4% de rentabilidad
  • Solo 27 fondos de los 532 superaron la inflación promedio (2,8%)
  • Mientras que 191 fondos tuvieron una rentabilidad promedio negativa

En el periodo Diciembre 2001- Diciembre 2011 la rentabilidad del IBEX-35 fue del 4,3% y la de los Bonos del Estado a 10 años del 5,13%.

Parece que un fondo de pensión no es definitivamente el mejor sitio para invertir los ahorros. Lo más probable es que termines perdiendo dinero, directamente o vía inflación, y desde luego hay sitios mejores donde rentabilizarlo sin quebrarte demasiado la cabeza. Y esta escasa rentabilidad no es culpa de la crisis, ya que el periodo analizado es desde 2001.

Entre las causas de esta baja rentabilidad, además de una posiblemente desacertada política de inversiones, sin duda influye y mucho la comisión de gestión que aplican los fondos. En el caso de España la comisión media es del 2,70% (la segunda más elevada del mundo por detrás de Canadá). En Francia es del 1,88% y en Holanda del 0,82%. Las comisiones de los fondos en 2007 fueron de 1.000 millones de euros.

En realidad, la rentabilidad de los planes de pensiones se la quedan los bancos, y la rentabilidad para el ciudadano viene de las desgravaciones fiscales. O sea, que es el Estado vía impuestos negativos el que financia la rentabilidad de los planes de pensiones privados para que los bancos puedan seguir haciendo dinero. Eso sí, esta rentabilidad es a corto plazo, de un año para otro, por lo que no cubre la pérdida de poder adquisitivo para cuando el plan privado es necesario, en la jubilación.

Seamos serios, lo que no es sostenible no son las pensiones públicas sino las privadas, siempre ha sido así, lo demuestra la historia. Podemos mirar a Chile donde la privatización de las pensiones por Pinochet solo ha servido para que las pensiones caigan a una media del 70% del salario y uno de cada tres pesos que entra en esos planes acabe en los bolsillos de los accionistas.

No podemos, como sociedad, seguir manteniendo el negocio bancario a costa de nuestros recursos. Si no son rentables que quiebren, y si se usa dinero público que sea para establecer una banca pública ética, social y solidaria.







viernes, 15 de noviembre de 2013

Usar las armas del enemigo

Hace unos meses venía el presidente Rafael Correa a Sevilla. En una conferencia en la Universidad Pablo de Olavide explicaba, con la brillantez del gran economista que es, la siguiente jugada maestra.

Ecuador tenía una inmensa deuda pública que devoraba ingentes cantidades de recursos necesarios para el desarrollo del país. Entonces el gobierno de Correa comenzó a insinuar que el país podría ir al default y no pagar. Calificó la deuda como deuda odiosa e ilegítima, explicó que primero sería la vida y el bienestar de los ecuatorianos y luego la deuda, se enfrentó abiertamente a las amenazas del FMI. Su alineación con los países antimperialistas del ALBA hizo que los medios de comunicación propagasen con gusto estos rumores, pensando que atacaban el proceso revolucionario. 

Sucedió entonces que los poseedores de títulos de deuda soberana, temerosos de perder su dinero, acudieron en masa al mercado secundario intentando venderlos a la baja, por el considerable incremento del riesgo, para recuperar al menos parte de su inversión. Y en ésto llegó el gobierno ecuatoriano, que previamente había recuperado el control político del Banco Central, y de manera secreta,  recompró un tercio de su deuda, pero un 70%  más barata y luego la abolió

Gracias al conocimiento del funcionamiento de los mercados financieros, Ecuador consiguió una quita del 70% con el proporcional ahorro de intereses, sin necesidad de negociar con ninguna troika, ni pedir rescates, ni acometer recortes, ni refinanciar. Todo perfectamente legal y respetando las reglas del juego. Una jugada maestra, a la altura de las que realiza George Soros para ganar millones hundiendo bolsas con movimientos especulativos, solo que para todo lo contrario.

Pues bien, hace unos días leo que activistas de Occupy Wall Street han comprado deuda personal, principalmente facturas sanitarias, por valor de 15 millones de dólares en el mercado secundario para luego abolirla y liberar a los deudores. A través de una campaña de sindicación de donativos llamada Rolling Jubilee, reunieron en un año la cantidad de 400 mil dólares, con los que compraron deuda por valor de 15 millones. Una proporción de 20 a 1. 

La lógica es la misma, personas que no pueden pagar sus facturas y compañías que acuden al mercado secundario a revender a la baja sus derechos de cobro. La lógica del mercado es que la compren compañías de recobro o "gestión de activos de difícil cobro", que con amenazas, presiones y embargos de rapiña intentan conseguir el dinero. Pero aquí es el pueblo organizado el que acude con el objetivo de liberar a las familias. 2.693 personas de todos los EEUU y Puerto Rico se han beneficiado de esta campaña, en un país en el que el 62% de las bancarrotas personales vienen por las facturas médicas, y donde no pagar éstas facturas equivale a no tener acceso al sistema de salud.

En España, la deuda de los hogares asciende a unos 800.000 millones de euros (de los que el 77% corresponde a deuda hipotecaria). Esto es un 800% más que en 1996 cuando Aznar entra a la presidencia. Intrigado por ver como se está comportando esta deuda en el mercado secundario, encuentro lo siguiente:

  
El mercado secundario de deuda privada español se denomina AIAF. Ahí se negocian distintos activos a corto, medio y largo plazo, entre los que destacan pagarés de empresas, bonos y obligaciones y las tres partidas que he recogido en la tabla. Hipotecas, bonos con deudas privadas titularizadas y las famosas preferentes. 

El caso de las preferentes es distinto, porque aquí la posición del afectado es la de acreedor, no la de deudor, pero lo traigo igual por el significativo incremento del volumen de negocio en el último año, fruto en parte de la presión social y las primeras sentencias judiciales. En cualquier caso lo dejo pendiente para un futuro análisis con mayor profundidad.

Respecto a las deudas en sí, vemos como la crisis ha hecho que los poseedores de deuda privada acudan masivamente al mercado secundario a venderla. Lógico a tenor de los sucesivos repuntes de la morosidad bancaria, por encima del 12%, en su máximo histórico.  Suponiendo el año 2011 un auténtico record de compraventa de estos activos.

Pero ¿Quien compra esta deuda? Decía Emilio Botín hace unas semanas en Nueva York que este era un momento fantástico para España porque estaba llegando dinero a espuertas. Efectivamente los fondos extranjeros están incrementando sustancialmente sus inversiones en España. Pero son un  tipo muy particular de fondo quien está realizando estas operaciones, los conocidos como fondos buitres. Fondos depredadores que vienen a la rapiña de un país en liquidación, a aprovecharse de las gangas, buscando descuentos del 50 o el 60% en activos tóxicos. 

Y entre estos activos, sus preferidos, además de las propiedades inmobiliarias, son las deudas, y en concreto las hipotecas. Dado que la draconiana legislación española hace que sea más sencillo evadir la muerte que a las deudas. Éstas son imprescriptibles y ni siquiera la insolvencia te libra de ellas. Por no hablar ya de la ley hipotecaria, donde ni el desahucio de la casa te libra de la deuda.

Es por eso que cualquier modificación de la ley hipotecaria, como la dación en pago, se ve como una amenaza tremenda por Bruselas y el propio gobierno, porque pone en riesgo los intereses de estos fondos extranjeros y su interés por el mercado español. Y por eso los decretos como los de la Junta de Andalucía para parar los desahucios son inmediatamente recurridos para dejarlos en suspenso.

Decía Mao que ninguna revolución triunfa sin usar las armas del enemigo. Y a veces parece mas sencillo comprender el funcionamiento de un fusil de asalto que de los mercados financieros. Pero no lo es, solo que lo hacen parecer complicado para que permanezcamos ignorantes a sus manejos. Recuerdo una conferencia del profesor Jose Luis Osuna en la que contaba como el juego del Monopoly estuvo prohibido en sus orígenes en los EEUU porque daba una versión peligrosamente simplificada y clara de la econonomía.

La deuda se puede abolir si se quiere, no consintamos que la pongan en manos de usureros internacionales, o cualquier día veremos como subastan España en Energy cual trastero tejano.  



miércoles, 6 de noviembre de 2013

Lo moderno, para Andalucía, es ser dependiente

El PSOE ahora quiere construir un bloque de izquierdas en España, porque ellos son modernos, mientras que IU, lamentan, está anticuada. Realmente les gusta la palabra "moderno". Deben tener un equipo de marketing electoral obsesionado con dar una imagen de dinamismo, juventud... y luego ponen de cabeza visible a Rubalcaba. Que cosas.

El caso es que no es la primera vez que venden el humo de la modernidad. Aquí en Andalucía, tras 35 años de gobierno social-liberal, se supone que ya hemos pasado por dos modernizaciones. Dos grandes procesos de desarrollo y convergencia con Europa, que iban a hacer que nuestra economía fuese competitiva. El último, la Segunda Modernización de Andalucía, lo lanzaron en 2001 y han tenido la prudencia de quitar el documento de la web de la Junta, no vayamos a recordar lo que prometían.

La cuestión es que tampoco debe de ser tan difícil sacar a Andalucía del atraso relativo. A diferencia de otras regiones del mundo que siempre han sufrido el subdesarrollo, Andalucía fue históricamente el motor económico de España y no es hasta comienzos del siglo XX y muy especialmente en la postguerra cuando comienza su atraso.


Y es que Andalucía fue la primera región industrializada de España. Donde se instaló el primer alto horno. Y durante el siglo XIX, el puerto español por donde entraba más algodón y carbón fue el de Málaga. Un temprano desarrollo industrial textil, siderúrgico y minero al más puro estilo inglés.

Sin embargo, la falta de recursos energéticos, la política arancelaria proteccionista y la estructura de propiedad de la tierra van a dibujar en el siglo XX un giro hacia una economía dependiente, subordinada a núcleos capitalistas lejanos, cuya función es exportar productos agrícolas, minerales y mano de obra, y en la última etapa servir de destino vacacional en verano.

En términos de convergencia real, nuestro PIB per cápita, que había sufrido el mismo proceso histórico que el resto de la economía, se ha estabilizado 25 puntos por debajo de la media nacional.


Y eso por no hablar de otros indicadores como el desempleo, que nos ofrece la tasa más alta de todas la regiones de la UE.

Cabría esperar de un pueblo que logra, tras muchas luchas y sufrimiento, la autonomía necesaria para gobernarse a sí mismo, que hubiese revertido esa situación, desarrollando un nuevo modelo económico que cambiase su posición subordinada, periférica, en la división internacional del trabajo.

Desde luego hemos tenido tiempo, 35 años de autogobierno, y dinero, 80.000 millones de euros solo en fondos europeos.


Pero no, no había voluntad o capacidad política, y nuestros sucesivos gobiernos social-liberales no han hecho otra cosa que profundizar el modelo económico de dependencia periférica. En todo caso sustituyendo el núcleo capitalista dominador del centro y norte peninsular por el centro y norte europeo. Poco más.

Andalucía necesita un nuevo modelo económico centrado en sectores con mayor valor añadido, como el biotecnológico, nuevas fuentes de energía y nuevos materiales, y tiene una juventud cualificada y capaz de hacerse cargo. Pero tiene que abandonar las cadenas del viejo modelo de economía dependiente y para eso hace falta voluntad política, por ejemplo para establecer una banca pública que financie este cambio, una nueva estructura de propiedad de la tierra, hoy anclada en el feudalismo, y una política de gasto público acertada, donde prime la inversión productiva y no de gestión.

Ya es hora de sacudirse de encima a los que defienden la modernidad solo como retórica vacía, y que los que saben hacia donde andar y tienen el valor de hacerlo, den un paso al frente, aunque sean unos antiguos.



viernes, 1 de noviembre de 2013

Los 12 días que ondeó la bandera roja en el Ayuntamiento de Sevilla

El movimiento cantonal en 1873, durante la I República, supone un hecho singular en la historia de España. Un momento de colapso institucional, económico y social, que genera una situación revolucionaria que ni sus propios artífices supieron bien cómo manejar.

Es una explosión efímera, en la mayoría de los casos solo dura unos días, por lo que la mayoría de los bandos y decretos aprobados no se llevaron a efectos por falta de tiempo, y en ese sentido el levantamiento cantonal resulta más interesante por lo que pudo llegar a haber sido que por lo que fue.

Es sin duda significativa la influencia que en el modelo cantonal ejerce la Comuna de París, proclamada en la capital francesa dos años antes, en 1871, y de la que copia la idea del federalismo desde abajo, desde el poder municipal, y entre otras cosas, también la simbología, como la bandera roja, que desde la Comuna es símbolo revolucionario.

En la ciudad de Sevilla, el republicanismo estaba muy polarizado entre conservadores y intransigentes-internacionalistas. Los primeros formados por la burguesía local copaban las instituciones de gobierno.

Las huelgas de 1873 y la presión social lograron mejoras para los trabajadores y que no se reintrodujeran los impuestos de consumos. En su lugar se impusieron contribuciones sobre signos externos de riqueza (caballos de silla, carruajes de lujo, consumo de carne), elevaciones de las cuotas industrial y territorial, y cuantiosos empréstitos a prorrateo entre 25 grandes capitalistas locales.

Esta situación fue respondida por un amplio cierre patronal y la emigración de parte de la gran burguesía. Según el consul francés de la época, muchos de los grandes industriales aprovecharon la huelga para suspender negocios que no podían prosperar por la deplorable situación del país, entre los que citó a “cinco grandes fundidoras, la importante fábrica de porcelana y numerosas fábricas de tejidos”. Miles de trabajadores serían lanzados al paro, lo que llevó al alistamiento de 10.000 voluntarios en las milicias republicanas. La exigencia de armas de estos voluntarios fue permanente desde el 11 de Febrero, ya que solo una cuarta parte de ellos aproximadamente estaban armados al principio.

El 24 de Junio el voluntariado formó retenes armados por la ciudad y requisó el armamento almacenado en la Maestranza. El gobernador se atrincheró en la fábrica de tabacos con la guarnición militar, guardia civil y carabineros, se produjeron enfrentamientos armados y se levantaron barricadas en la Macarena, Triana, San Lorenzo y Alameda. El día 27 se publica la orden de desarme del voluntariado y éste ocupa militarmente Sevilla a excepción de la fábrica de tabacos. Un millar de voluntarios intransigentes malagueños llega a Sevilla el 29. El día 30 se constituye una junta revolucionaria para el gobierno de la ciudad. Los líderes del movimiento son Carreró, pintor, Mingorance, barbero y Ariza, sombrerero. Los bandos dictados declaran la separación de todos los empleados municipales, la entrega de armas de fuego en manos de los particulares y una contribución de millón y medio de pesetas a los mayores contribuyentes, terminando con vivas a la república socialista. Horas después el gobernador compra a los voluntarios malagueños con seis cañones y 20.000 reales, aportados por republicanos conservadores, y aprovechando la desorganización de los alzados, dispersos por la ciudad, entra en el ayuntamiento con 50 hombres y apresa a la junta revolucionaria.

El reinstaurado gobierno desarmó a los batallones de voluntarios mas vinculados a los sucesos y se encarceló a 50 individuos. 700 comerciantes, banqueros e industriales firmaron un manifiesto agradeciendo al gobernador haberlos librado de “los horrores de la anarquía”, también se inició una campaña de donativos para pagar a los voluntarios leales y se intentó organizar un batallón de 1000 jóvenes de “familias acomodadas” en defensa “del orden y la propiedad”.

El día 17 de Julio, ante el colapso del gobierno central, salen emisarios de Madrid para insurreccionar y constituir cantones por todo el país. En Sevilla, en vista del movimiento, deciden el día 18 constituir el cantón pero dirigido por las fuerzas conservadoras y a pesar de la oposición del gobernador, para evitar que se diese por vía insurreccional, pero condenando “el más leve ataque a la propiedad y hasta el menor pretexto para turbar el orden”. A pesar de ello, el día 19 un pelotón de voluntarios libera a los intransigentes socialistas presos, a quienes una multitud acompaña por las calles. Ocupan el ayuntamiento y se constituye una comisión de salud pública. Munícipes y diputados huyen de la ciudad.

La Junta de Salud Pública adoptó las siguientes medidas: Se desestancaron los tabacos y se vendió al público con la rebaja de un tercio del precio las existencias almacenadas en la fábrica. Se estableció una contribución única que gravitara sobre la propiedad de cualquier clase que fuera. Se inició la recaudación de contribuciones extraordinarias a la burguesía local con visitas domiciliarias del voluntariado socialista. En lo laboral se aprobó garantizar el “derecho al trabajo como una extensión del derecho a la vida”. Se limitó la jornada laboral a 8 horas en todas las ocupaciones. Se prohibió que “las mujeres trabajen en los mismos establecimientos industriales donde lo verifiquen los hombres”, para evitar el reemplazo buscando reducir costes laborales. Y se aseguró la mas amplia libertad de negociación entre patronos y obreros, “pudiendo avenirse unos y otros como lo estimen conveniente”. Se declaró además propiedad del cantón a los bosques y se redujo a la mitad la renta de los arrendatarios rústicos y urbanos; Y para evitar el boicot económico se anunció “que los talleres y fábricas que se cierren y las tierras que no se cultiven, serán entregadas a quien los haga producir”.

Se acordó la extensión del cantón andaluz, para lo que partieron columnas de voluntarios intransigentes-socialistas a los pueblos. En Carmona, Ecija y Jerez, los núcleos intransigentes-internacionalistas habían sido neutralizados por el ejercito. En Carmona, una columna de 150 voluntarios estableció una junta revolucionaria, liberando a los 30 jornaleros que seguían presos desde la huelga de segadores. En Écija también se estableció una junta revolucionaria que solo duró tres días por las proximidad del ejército en La Carlota. Se formaron cantones también en Marchena, El Arahal, Paradas y Coria del Río. En Lebrija el cantón estuvo dominado por la burguesía local.

La columna de voluntarios sevillanos que partió a Jerez, el 21 de Julio, no pasó de Utrera, por un enfrentamiento con los vecinos exaltados por las autoridades locales, que exigían su derecho a nombrar una junta revolucionaria sin ingerencias externas. Al paso de la columna se inició un tiroteo desde las casas que dejó bastantes bajas y cientos de cantonales presos. Al día siguiente la llegada de refuerzos desde Sevilla logró la libertad de los presos, sin más enfrentamientos, que volvieron a Sevilla a defender la ciudad ante la amenaza de ataque del ejército. Dos Hermanas, Osuna y Morón se opusieron al movimiento cantonal.


El 28 de Julio las tropas del General Pavia, que salieron de Madrid el día 21 destino a Córdoba, comenzaron su asalto a Sevilla. Pavía rehusó cualquier negociación y eligió atacar por la parte mejor fortificada de la ciudad buscando un resultado previsiblemente cruento (el mismo lo llamó una calaverada militar). El ejército cuantificó 300 bajas en el ataque entre sus filas. La resistencia cantonal estaba mermada y desorganizada, solo los internacionales combatieron con convicción. Finalmente el día 30 ocupó la ciudad. Se desarmó a los voluntarios y se nombraron 200 Guardias Civiles. Se sucedieron las detenciones, ejecuciones y destierros, muchos de ellos con destino a las Islas Marianas en el Pacífico.

*Fuente principal: Republicanismo y Anarquismo en Andalucía; A. López Estudillo

martes, 29 de octubre de 2013

El colapso de un modelo de acumulación especulativo

Hace unos días tuve la oportunidad de dar una conferencia en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Sevilla. La organizaban los estudiantes que buscaban explicaciones rigurosas del porqué de la actual crisis. Me pidieron exponer un análisis marxista del asunto. Y eso hice, y como a la gente le gustó, me comprometí a resumir la ponencia y colgarla aquí.


La charla comenzaba con una serie de definiciones básicas, necesarias para introducir en la economía política marxista a quien nunca hubiese leído nada al respecto. Básicamente se definía el valor, el trabajo, el capital, la plusvalía, la tasa de ganancia, etc. Me voy a saltar esa parte ahora para no alargar demasiado el post e ir al análisis económico directamente.

  • Cambio de tendencia de la tasa de ganancia:

La tasa de ganancia, el cociente del beneficio empresarial entre los costes, tienen una tendencia natural a decrecer según se desarrolla el capitalismo y se acumula el capital. Es lo que la economía oficial llama Ley de los rendimientos decrecientes, y es una de las contradicciones fundamentales del propio capitalismo, que en su necesidad de crecer, busca escapar de esta reducción relativa (que no absoluta) de la ganancia.


Pues bien, si miramos esa tasa de ganancia en los EEUU vemos que desde el final de la II Guerra Mundial comienza a caer, hasta principios de los 80, en que se produce una inflexión y vuelve a crecer. Por supuesto con sus dientes de sierra que suponen las crisis cíclicas.

¿Que sucede en esa época para que se de ese cambio de tendencia? Pues hay un giro conservador a nivel mundial. En economía se impone la escuela neoliberal. Le dan el premio Nobel a Hayek. Milton Friedman y su Escuela de Chicago se ponen de moda. En política tenemos a Reagan, Margaret Tatcher, Pinochet, todos ellos obsesionados en desmontar las políticas sociales, combatir a los sindicatos y bajar los impuestos a los ricos. Y solo unos años después cae la Unión Soviética.

Parece claro que esta ola conservadora no era una cuestión anecdótica, que tenía un objetivo claro que era cambiar la tendencia negativa de la tasa de ganancia, metiéndonos de paso en un nuevo modelo de acumulación, y lo consiguieron. 

Pero, ¿como se cambió esa tendencia decreciente?


Pues vemos como a partir de esa fecha la productividad del trabajo aumenta significativamente, separándose cada vez más de la remuneración del mismo. Se está produciendo un incremento de la plusvalía relativa, un incremento de la explotación del trabajo que permite tirar hacia arriba de la tasa de ganancia. El trabajador produce cada vez una mayor cantidad de valor por hora que no le es retribuido y que se apropia el capitalista.


En consecuencia, la participación de los salarios en el reparto de los ingresos empresariales es cada vez menor, mientras que crecen los beneficios empresariales como veíamos en el primer gráfico. El trabajo pierde terreno frente al capital.

  • Cambio del modelo de acumulación:


Pero este nuevo ciclo capitalista tiene una diferencia sustancial respecto al anterior. Su modelo de acumulación es distinto. Si hasta ahora la ganancia capitalista se destinaba principalmente a la producción, a la reproducción ampliada del capital, ahora ya no es así.


En este nuevo modelo los beneficios crecen pero no se destinan a la producción, y por tanto, la tasa de acumulación se mantiene o cae. ¿A donde van todos esos beneficios empresariales?


Por otra parte, mientras los salarios reales caen, como ya hemos visto, ésto no se acompaña de un descenso del consumo, sino al contrario, el consumo crece. ¿Como es posible? ¿De donde sacan las familias el dinero para consumir?

  • Financiarización global:



 Pues de donde únicamente es posible, del endeudamiento. La deuda de los hogares y las empresas se dispara, y las entidades de crédito corren felices a satisfacer esa demanda porque tienen un exceso de liquidez. ¿Y por que tienen ese exceso de liquidez?



Pues porque todos esos beneficios empresariales que no se estaban reinvirtiendo en la producción iban destinados al mercado financiero. Es lo que llamamos la financiarización de la economía. 

Las inversiones financieras daban una mayor tasa de ganancia que la economía real, pero era una ganacia ficticia, especulativa, no había creación de valor detrás de las operaciones de compra-venta de títulos, solo la confianza de que tras cada operación de venta el precio siempre subiría. Es la creación de una burbuja especulativa.

Pero se trata de una burbuja monstruosa. Si nos vamos a la gráfica de la evolución del Dow Jones, que nos indica el dinero que hay invertido en bolsa, podemos ver la caída que supuso el crack del 29, el estallido de aquella burbuja, que todos conocemos como La Gran Depresión. Pues ahora vámonos a 2010 e imaginémonos la caída desde ahí arriba. Eso es lo que todavía no nos han contado. Por eso los analistas económicos en el extranjero no ven atisbos de recuperación en España hasta 2021 como mínimo. mientras Rajoy vende aquí el fin inminente de la crisis en un ejercicio de populismo.

Y lo peor es que su solución pasa por reproducir el modelo. Redoblar la explotación al trabajador para aumentar la tasa de ganancia y devolver la confianza a los mercados para volver a ganar dinero especulando. 

   

viernes, 25 de octubre de 2013

Un precioso retrato de Carlos Marx

Quiero compartir una carta llena de ternura en la que Eleanor Marx-Aveung, hija de Carlos Marx, describe como fue su infancia junto al gran revolucionario del siglo XIX. Un retrato cercano y precioso al perfil humano de esta gran figura, del que se han dicho tantas falsedades, también en el plano personal. Espero que lo disfrutéis tanto como lo he hecho yo.


KARL MARX (notas dispersas) por ELEANOR MARX-AVEUNG: 

Mis amigos austríacos me piden que les envíe algunos recuerdos de mi padre. No podían haberme pedido nada más difícil. Pero los hombres y mujeres de Austria están realizando una lucha tan espléndida por la causa en favor de la cual vivió y trabajó Karl Marx, que no es posible negarse. Y por eso trataré de enviarles algunas notas dispersas y desorganizadas acerca de mi padre.

Muchas historias se han contado sobre Karl Marx, sobre sus "millones" (en libras esterlinas, por supuesto, ya que no podía ser moneda de menor denominación), hasta una subvención pagada por Bismarck, al que supuestamente visitaba constantemente en Berlín en los días de la Internacional (¡). Pero, después de todo, para los que conocieron a Karl Marx ninguna leyenda es más divertida que esa muy difundida que lo pinta como un hombre moroso, amargado, inflexible, inabordable, una especie de Júpiter Tonante, lanzando siempre truenos, incapaz de una sonrisa, aposentado indiferente y solitario en el Olimpo. Este retrato del ser más alegre y jubiloso que haya existido, de un hombre rebosante de buen humor, cuya cálida risa era contagiosa e irresistible, del más bondadoso, gentil, generoso de los compañeros es algo que no deja de sorprender —y divertir— a quienes lo conocieron.

En su vida hogareña, lo mismo que en las relaciones con sus amigos e inclusive con los simples conocidos, creo que podría afirmarse que las principales características de Karl Marx fueron su perdurable buen humor y su generosidad sin límites. Su bondad y paciencia eran realmente sublimes. Un hombre de temperamento menos amable se hubiera desesperado ante las interrupciones constantes, las exigencias continuas que recibía de toda clase de personas. Que un refugiado de la Comuna —un viejo terriblemente monótono, por cierto— que había retenido a Marx durante tres horas mortales, cuando se le dijo por fin que el tiempo urgía y que todavía había mucho trabajo por hacer, le respondiera: "Mon cher Marx, je vous excuse" es característico de la cortesía y la gentileza de Marx.

Lo mismo que con aquel aburrido señor, con cualquier hombre o mujer al que creyera honesto (y prestaba su precioso tiempo a muchos que abusaban lamentablemente de su generosidad), Marx fue siempre el más amistoso y bondadoso de los hombres. Su facultad para "atraer" a la gente, para hacerles sentir que estaba interesado en ellos era maravillosa.

He oído hablar, a hombres de las más diversas ideas y posiciones, de su capacidad peculiar para comprenderlos y para comprender sus posturas. Cuando creía que alguien era realmente honesto su paciencia era ilimitada. Ninguna pregunta le parecía demasiado trivial y ningún argumento demasiado infantil para una discusión seria. Su tiempo y sus vastos conocimientos estaban siempre al servicio de cualquier hombre o mujer que se mostrara ansioso de aprender.

Pero era en su relación con los niños donde Marx era quizás más encantador. No ha habido compañero de juegos más agradable para los niños. El recuerdo más antiguo que tengo de él data de mis tres años de edad, y "Mohr" (tengo que usar el viejo apodo familiar) me llevaba cargada sobre sus hombros alrededor de nuestro pequeño jardín en Grafton Terrace poniéndome flores en mis cabellos castaños.

Mohr era, en opinión de todos nosotros, un espléndido caballo. Antes —yo no recuerdo aquellos días pero me lo han contado— mis hermanas y mi hermanito —cuya muerte poco después de mi nacimiento fue una pena de toda la vida para mis padres— "arreaban" a Mohr, atado a unas sillas sobre las que se "montaban" y que él tenía que arrastrar…

Personalmente —quizás porque no tenía hermanas de mi edad— prefería a Mohr como caballo de montar. Sentada sobre sus hombros, agarrada a su gran crin de pelo, negro por aquella época, apenas con un poco de gris, me dio magníficos paseos por nuestro pequeño jardín y por los terrenos —ahora construidos— que rodeaban nuestra casa de Grafton Terrace. Debo decir algo sobre el nombre de "Mohr". En la casa todos teníamos apodos. (Los lectores de El capital saben lo hábil que era Marx para poner nombres.)

"Mohr" era el nombre habitual, casi oficial, por el que Marx era llamado, no sólo por nosotros, sino por todos los amigos más íntimos. Pero también era nuestro "Challey" (supongo que se trataba, originalmente, de una corrupción de Charley) y nuestro "Old Nick". Mi madre era siempre nuestra "Mohme". Nuestra vieja amiga Héléne Demuth —amiga de toda la vida de mis padres— se convirtió, después de pasar por una serie de nombres, en "Nym". Engels, después de 1870, era nuestro "General". Una amiga muy íntima —Lina Scholer— nuestra "Old Mole". Mi hermana Jenny era "Qui Qui, Emperador de la China" y "Di". Mi hermana Laura (la esposa de Lafargue) era "el Hotentote" y "Kakadou". Yo era "Tussy" —apodo que he conservado— y "Quo Quo, Sucesor del Emperador de la China" y, durante mucho tiempo, fui también "Getwerg Alberich" (de los Niebelungen Lied).

Pero si Mohr era un excelente caballo, tenía otra cualidad superior. Era un narrador único, sin rival. He oído decir a mis tías que, cuando era niño, era un terrible tirano con sus hermanas a las que "guiaba" por el Markusberg en Treveris a gran velocidad, sirviéndole de caballos y, lo que era peor, insistía en que comieran los "pasteles" que hacía con una sucia masa y con manos más sucias todavía. Pero ellas soportaban el "paseo" y comían los "pasteles" sin un murmullo, para escuchar las historias que Karl les contaba como premio por sus virtudes. Y así, muchos años después, Marx les contaba historias a sus hijas. A mis hermanas —yo era entonces demasiado pequeña— les contaba cuentos cuando iban de paseo, y aquellos cuentos se medían por millas no por capítulos.

"Cuéntanos otra milla", era la petición de las dos niñas. Por mi parte, de los muchos cuentos maravillosos que Mohr me contó, el más delicioso era "Hans Röckle". Duró meses y meses; era toda una serie de cuentos. ¡Lástima que nadie pudo escribir aquellos cuentos tan llenos de poesía, de ingenio, de humor! Hans Röckle era un mago al estilo de Hoffmann, que tenía una tienda de juguetes y que siempre estaba "a la cuarta pregunta". Su tienda estaba llena de las cosas más maravillosas —hombres y mujeres de madera, gigantes y enanos, reyes y reinas, trabajadores y señores, animales y pájaros tan numerosos como los del Arca de Noé, mesas y sillas, carruajes, cajas de todas especies y tamaños.

Y, aunque era un mago, Hans no podía cumplir nunca con sus obligaciones ni con el diablo ni con el carnicero y por eso —muy en contra de su voluntad— se veía obligado siempre a vender sus juguetes al diablo. Éstos atravesaban entonces por maravillosas aventuras —que terminaban siempre en el regreso a la tienda de Hans Rockle.

Algunas de estas aventuras eran tan tristes y terribles como cualquiera de las de Hoffmann; algunas eran cómicas; todas narradas con inagotable inspiración, ingenio y humor. Y Mohr también les leía a sus hijas. A mí, y a mis hermanas antes, me leyó todo Homero, todos los Niebelungen Lied, Gudrun, Don Quijote, Las mil y una noches, etcétera. Shakespeare era la Biblia de nuestra casa, siempre en boca de alguien y en manos de todos. Cuando cumplí seis años me sabía de memoria todas las escenas de Shakespeare. Al cumplir los seis años, Mohr me regaló mi primera novela: la inmortal Peter Simple. A ésta siguió toda una serie de Marryat y Cooper.

Y mi padre leía cada uno de los cuentos al mismo tiempo que yo y los discutía seriamente con su hijita. Y cuando esa niñita, entusiasmada por los relatos marinos de Marryat, declaró que sería "Post- Captain" (fuera lo que fuera lo que esto significara) y consultó a su papá si no podría "vestirse como niño" y "marcharse para unirse a un guerrero" le aseguró que muy bien podría hacerse, sólo que no había que decir nada de ello a nadie mientras los planes no hubieran sido bien madurados. Pero antes de madurar aquellos planes surgió una nueva manía, la de Scott, y la niñita se enteró para su horror que ella misma pertenecía, en parte, al detestado clan de los Campbell.

Entonces empezaron los proyectos para levantar a los Highlands y revivir a los "cuarenta y cinco". Debo añadir que Scott era un autor al que Marx volvía una y otra vez, al que admiraba y conocía tan bien como a Balzac y a Fielding. Y mientras hablaba de éstos y otros muchos libros mostraba a su hijita, aunque ella no se daba plena cuenta de esto, cómo buscar lo mejor de cada obra, enseñándole —aunque ella nunca pensó que le estaban enseñando, porque se habría opuesto a ello— a tratar de pensar, a tratar de entender por sí misma.

Y de la misma manera, este hombre "amargo" y "amargado" hablaba de "política" y de "religión" con su pequeña hija. Recuerdo perfectamente que, cuando tenía quizás unos cinco o seis años, al sentir ciertas inquietudes religiosas (habíamos ido a una iglesia católica a oír una bellísima música) se las confié por supuesto a Mohr y entonces él me explicó todo con gran claridad y directamente, de tal modo que desde entonces hasta ahora jamás una duda volvió a cruzar mi mente. Y cómo recuerdo su relato de la historia —no creo que jamás haya sido narrada de esa manera, antes o después— del carpintero a quien mataron los ricos, diciéndome una y otra vez: "Después de todo, podemos perdonar mucho al cristianismo, porque nos enseñó el culto del niño."

Y el mismo Marx pudo haber dicho "Dejad que los niños se acerquen a mí" porque, a dondequiera que iba, aparecían de alguna manera los niños. Si se sentaba en el Heath en Hampstead —un gran espacio abierto en el Norte de Londres, cerca de nuestra antigua casa—, si se sentaba en un banco en algún parque, pronto se veía rodeado de un grupo de niños, que entablaban las más amistosas e íntimas relaciones con aquel hombre corpulento, de largos cabellos y barba, con bondadosos ojos castaños. Niños totalmente desconocidos se le acercaban, lo detenían en la calle... Recuerdo que una vez un pequeño escolar de unos diez años, detuvo sin ninguna ceremonia al temido "jefe de la Internacional" en Maitland Park, pidiéndole que "hicieran cambalache de navajas". Tras una corta y necesaria explicación de que "cambalache" era, en lenguaje escolar, "cambio", los dos sacaron sus navajas y las compararon. La del niño sólo tenía una hoja; la del hombre tenía dos, pero no había duda de que estaban gastadas. Después de larga discusión se llegó a un acuerdo y se intercambiaron las navajas, añadiendo un penique el terrible "jefe de la Internacional", en consideración de lo gastado de sus navajas.

Cómo recuerdo, también, la infinita paciencia y dulzura con que, una vez que la guerra norteamericana y los Blue Books desplazaron por el momento a Marryat y a Scott, respondía a todas las preguntas y nunca se quejaba de una interrupción. Y, sin ambargo, no debe haber sido pequeña molestia el tener al lado a una niña conversando mientras él trabajaba en su gran libro. Pero nunca permitió que la niña sintiera que estaba molestando. Recuerdo que, por entonces, me sentía absolutamente convencida de que Abraham Lincoln necesitaba urgentemente de mis consejos respecto de la guerra y le dirigía largas cartas que Mohr, por supuesto, tenía que leer y poner en el correo. Muchos años después me mostró aquellas cartas infantiles, que había conservado porque le habían divertido.

Y así, en los años de mi niñez y mi adolescencia, Mohr fue el amigo ideal. En la casa todos éramos buenos camaradas y él era siempre el más bondadoso y de mejor humor. Aun durante los años de sufrimiento, cuando estaba constantemente enfermo, cuando sufría de carbunclos, aún hasta el final...

He anotado estos recuerdos dispersos, pero estarían incompletos si no añadiera unas palabras acerca de mi madre. No es una exageración decir que Karl Marx no habría sido jamás lo que fue sin Jenny von Westphalen. Jamás las vidas de dos seres —ambos notables— se identificaron tanto, fueron tan complementarias una de otra. De extraordinaria belleza —una belleza que a él le produjo goce y orgullo hasta el final y que había despertado admiración en hombres como Heine y Herwegh y Lasalle—, de una mente y un ingenio tan brillantes como su belleza, Jenny von Wetsphalen era una mujer como sólo se encuentra una en un millón. De niños, Jenny y Karl jugaron juntos; de jóvenes —él de diecisiete años, ella de veintiuno— se comprometieron en matrimonio y, como Jacobo por Raquel, él hizo méritos por ella siete años antes de casarse. Después, a través de los años de tormentas y dificultades, de exilio, tremenda pobreza, calumnias, dura lucha y esforzada batalla, los dos, con su fiel amiga Héléne Demuth, se enfrentaron al mundo, sin titubear, sin retroceder, siempre en el sitio del deber y del peligro. En verdad pudo decir de ella, con las palabras de Browning:

Es, inmortalmente, mi desposada.
Ni la suerte puede variar mi amor
ni el tiempo deteriorarlo.

Y pienso algunas veces que un lazo casi tan fuerte entre ellos como su devoción a la causa de los trabajadores era su inmenso sentido del humor. No hay duda de que nadie ha gozado más de un buen chiste que ellos dos. Una y otra vez —especialmente si la ocasión exigía decoro y compostura—, los he visto reír hasta que las lágrimas corrían por sus mejillas y, aun aquellos inclinados a molestarse por tan terrible ligereza, no podían hacer más que reírse con ellos. Y con cuánta frecuencia los he visto sin osar mirarse mutuamente, sabiendo los dos que si intercambiaban una mirada no podrían contener la risa.

Ver a los dos con los ojos fijos en cualquier otra cosa, para todo el mundo como dos niños de escuela, sofocados de una risa contenida que por fin, a pesar de todos los esfuerzos, habría de estallar, es un recuerdo que no cambiaría por todos los millones que suele decirse que he heredado. Sí, a pesar de todos los sufrimientos, la lucha, las decepciones, era una alegre pareja y el amargado Júpiter Tonante no pasa de ser una ficción de la imaginación burguesa. Y, si en los años de lucha hubo muchas desilusiones, si tropezaron con una extraña ingratitud, tuvieron lo que pocos poseen: verdaderos amigos. Donde se conoce el nombre de Marx se conoce también el de Frederick Engels. Y los que conocieron a Marx en su hogar recuerdan también el nombre de la más noble mujer que haya existido, el honrado nombre de Héléle Demuth.

Para los que estudian la naturaleza humana no parecerá extraño que este hombre, que era tan gran luchador, fuera al mismo tiempo el más bondadoso y gentil de los hombres. Entenderán que sólo podía odiar tan ferozmente porque era capaz de amar con esa profundidad; que si su afilada pluma podía encerrar a un alma en el infierno como el propio Dante era porque se trataba de un hombre leal y tierno; que si su humor sarcástico podía atacar como un ácido corrosivo, ese mismo humor podía ser un bálsamo para los preocupados y afligidos.


Mi madre murió en diciembre de 1881. Quince meses después, él, que nunca se había separado de ella en vida, fue a reunirse con ella en la muerte. Después de la caprichosa fiebre de la vida, los dos reposan. Si ella fue una mujer ideal, él, bueno, él "era un hombre, en todo y por todo, como no espero hallar otro semejante".

martes, 15 de octubre de 2013

También el sol

Este verano saltó la noticia. Hasta 60 millones de multa para quien tuviese placas fotovoltaicas para generar electricidad. Parecía una locura. Una clara contradicción no solo al sentido común, sino al propio discurso oficial de fomento de las energías limpias y sustitución de la dependencia de los combustibles fósiles extranjeros. De hecho entraba en contradicción con la Directiva europea de fomento de las energías renovables.

Pero detrás de este aparente sinsentido se esconde la aplastante lógica del sistema, que a veces da hasta para una buena película. El argumento sería mas o menos este:



  • En España se privatiza el sector energético, y esta medida liberalizadora, lejos de lograr una bajada de los precios gracias a la competencia y la mayor eficiencia del sector privado, como decía el gobierno cuando aprobó la venta, ha supuesto un incremento de la factura de la luz sin igual en toda la UE.

Por hacer un poco de historia, Endesa, una de las empresas públicas más rentables, comienza su proceso de privatización en 1988 (gobierno del PSOE), vendiendo un 25% de su capital, pero conservando el Estado aun el control de la compañía. Posteriormente, con la gran oleada liberalizadora de los gobiernos de Aznar, prácticamente se liquida la presencia pública en la compañía con las Ofertas Públicas de Ventas (OPV) de 1997 y 1998, quedando solo un 3% de capital en manos del Estado. Finalmente, en 2006, el Gobierno de Zapatero autoriza una OPA sobre la totalidad del capital de Endesa, incluyendo el resto de capital público, por el que entran en pugna Gas Natural, la alemana Eon y la italiana Enel, que es quien finalmente se hace con la empresa. Cerrándose así una curiosísima paradoja. España privatiza su empresa pública de energía para liberalizar el mercado y ésta finalmente acaba en manos de la empresa pública eléctrica italiana (Enel).


Pues bien, desde que Enel se hace con el control de Endesa esto es lo que pasa con los precios (precio por Kwh antes de impuestos):




Da susto. No solo es el precio más caro en términos absolutos, sino que también es el mayor incremento en términos relativos. Y esto considerado antes de impuestos, que como después veremos suponen una parte considerable de la factura final.


Es curioso comprobar que a Italia, que no solo sigue con su empresa pública sino que además obtiene dividendos de los españoles, no le ha ido nada mal.


Y que Jose María Aznar, que aprobó la privatización de Endesa, haya sido contratado por esta misma empresa como asesor externo no deja de ser otra de esas curiosas casualidades del capitalismo.




  • A pesar de vender las empresas públicas y de esta imparable subida de la factura el gobierno le sigue debiendo 26.000 millones de euros a las empresas privadas eléctricas.

Pues sí, es el resultado de ir sumando año tras año el llamado déficit tarifario, y que hace que cada español le debamos ya unos 670€ per cápita a las eléctricas.


Este déficit lo conforma la diferencia anual entre el precio regulado de la electricidad y el precio libre de la misma. Por un lado, el precio de la electricidad está regulado por el gobierno para proteger a los consumidores (Sí, me refiero a ese precio que está a la cabeza de Europa). Por otro, el precio en el libre mercado se supone que es superior, y digo se supone porque como en realidad el mercado eléctrico español se mueve en términos de oligopolio. Cinco grandes compañías controlan el 80% de la generación de la electricidad y el 90% de la comercialización a los usuarios finales y, además, una única empresa controla la distribución de alta tensión, formando un poderoso lobby.


Éstas compañías suben artificialmente sus costes y en consecuencia elevan el precio "de mercado" tanto como les apetece. Prueba de que no les va tan mal son los beneficios que obtienen cada año. El caso es que las eléctricas exigen una compensación por sufrir la "injerencia" pública en el precio y el gobierno se lo reconoce, y así año tras año vamos sumando una nueva deuda pública, esta vez con compañías privadas (alguna de las cuales antes eran públicas).


Ese déficit tarifario lo pagamos en parte los consumidores mediante la "tarifa de acceso", que nos aplican en la factura. Pero de ahí también se paga la red de transporte a Red Eléctrica de España, la red de distribución a las distribuidoras, hay que retribuir a las entidades que gestionan el mercado eléctrico, satisfacer las primas del régimen especial, compensar a las grandes empresas promotoras por la moratoria nuclear (otra subvención histórica que arrastramos con las privadas), etc. Esta tarifa de acceso no sustituye a los impuestos sobre el consumo eléctrico, que también se paga y constituye la tercera pata de la factura.


Esta tarifa de acceso supone un costo medio para los hogares de entre 0.10 y 0.12 € por kwh; sin embargo para los grandes consumidores (industrias, etc) el coste se reduce a entre 0.04 y 0.06 € por Kwh. Esto es en realidad otra subvención oculta a las grandes empresas, que tienen que pagar menos por la electricidad y suponen una pérdida de unos 1500 millones de € anuales que dejan de ingresarse. 


Como esta tarifa de acceso no cubre el déficit tarifario, éste tiene que financiarse directamente vía Presupuestos Generales de Estado. Esos que año tras año recortan partidas de gasto social como educación y sanidad. Para 2014 destinará 900 millones directamente, que junto con la financiación de otros 2.200 millones vía crédito extraordinario, para cuadrar las cuentas de 2013, suponen un incremento del 19.5% de la partida dedicada a las eléctricas. Mientras la dotación a la sanidad cae un 35.6%.   



  • El plan del gobierno para contentar a las eléctricas y terminar con el déficit
Bueno pues a todo esto aparece el ministro de industria, Jose Manuel Soria, y presenta su Reforma del sector energético. Esta reforma tiene básicamente dos ejes de actuación. Por un lado sube la parte fija de la factura, la tarifa de acceso, especialmente a los hogares y pequeños consumidores, a los que penaliza con una subida de hasta el 125% según la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). A cambio se bajaría el precio por Kwh consumido.



Esta situación nos lleva a que en la factura final, los hogares y pequeños consumidores paguen más simplemente por estar enganchados a la red que por lo que realmente consuman, haciendo que el ahorro en el consumo apenas repercuta en la factura. Que podría subir, en el caso de los hogares más modestos, hasta en un 50%.


Y finalmente, la segunda gran medida, La introducción de la tasa denominada "Peaje de respaldo", que viene a penalizar con un gravamen a todos aquellos consumidores que opten por el autoabastecimiento eléctrico, fijando desorbitadas sanciones para quienes no la respeten.

¿Que está pasando aquí? Muy sencillo. Por un lado la factura de la luz se ha disparado y lo que te rondaré morena. Por otro lado, la caída de la demanda por la crisis y la aparición de nuevas tecnologías han hecho que el precio de los paneles solares fotovoltaícos descienda un 75% en los últimos 36 meses. Conclusión, cada vez resulta más rentable, con la de sol que hay en España, producir tu propia electricidad y escapar del monopolio de las grandes compañías.


Esta realidad, que hasta hace poco era una utopía hippie, enciende todas las alarmas en el lobby eléctrico y comienzan las presiones. Primero se prohíbe vender a la red el excedente de producción doméstica con un sistema de "medición neta" como se hace en la mayoría de países europeos. Luego se prohibe la instalación de baterías para acumular la electricidad sobrente y usarla tu mismo cuando no haya sol. Y finalmente aparece el peaje de respaldo, con el que el precio final que tienes que pagar por la electricidad que tu mismo generas termina siendo un 27% más caro que comprarle la electricidad a una compañía eléctrica.


Tan burda es la maniobra que hasta la Comisión Nacional de la Energía (CNE) elaboró un informe contrario al peaje, solicitando su retirada por atentar contra la libre competencia. Pero el gobierno ha decidido ignorarlo. Hay demasiados intereses en juego.


Así que la libertad de mercado está bien, menos cuando son las grandes empresas las que pierden, entonces hay que establecer barreras a la entrada vía impuestos. La reducción de la dependencia de combustibles fósiles extranjeros (que es con lo que generan electricidad las grandes empresas) está bien, menos si esto supone pérdidas pare este lobby. La reducción de emisiones de CO2 y la apuesta por las renovables está bien, menos... me vais cogiendo.


Pues resulta que hace unos meses vi una película de Iciar Bollain que se llama "También la lluvia". Me gustó. Había una escena que definía el título de la película y que llevaba implícita toda la perversa lógica económica del sistema. Se trataba de unos uniformados que iban a derribar un depósito de agua de una comunidad pobre, lo cual daba origen a una revuelta popular que terminaba derrocando al gobierno. Es una película pero no deja de reflejar hechos reales.


Resulta que el gobierno conservador de Bolivia, allá por el año 2000, siguiendo las directrices del FMI, decide privatizar el suministro de agua doméstico. Un consorcio de empresas, entre la que está la sevillana Abengoa, se ocupan del negocio. Inmediatamente el precio del agua se dispara un 35%, situando la tarifa mínima en 20$ mensuales, en un país con un salario medio de 100$ mensuales. Muchos hogares no pueden pagar el agua y se quedan sin suministro, pero como sin agua no se puede vivir, comienzan a proliferar pequeños depósitos particulares y comunitarios para recolectar el agua de lluvia. Esto pone en riesgo los beneficios de las compañías privadas, que presionan al gobierno para que declare ilegales estos depósitos, exigiendo que se obtenga una costosa licencia pública para poder tenerlos, de lo contrario serían destruidos y multados sus propietarios.


Cuando la policía entra en los barrios para quitarles el agua, el pueblo entero se levanta, ocupa La Paz y Cochabamba y se produce la llamada "Guerra del Agua", en la que el gobierno llega a declarar el estado de excepción. Finalmente el gobierno tiene que recular ante el desborde de la situación y termina retirando el decreto de privatización del agua. Los altos ejecutivos de las multinacionales extranjeras tienen que pasar cuatro días escondidos antes de poder abandonar el país.


Cuando meses después leí el decreto del gobierno sobre la privatización del sol, no pude menos que establecer paralelismos. A ver cuantos cortes de luz aguantamos aquí antes de reaccionar.



martes, 30 de abril de 2013

La deuda pública y la ceguera del BCE

 La deuda pública está dando mucho que hablar ultimamente, no para de crecer y para asegurar su pago se recorta cada vez más gasto público. Pero ¿es correcta la estrategia que está siguiendo el Banco Central Europeo con el Euro?. ¿Es la misma estrategia que sigue el resto del mundo?

Vamos a hacer primero una pequeña introducción definiendo algunos términos claves. La deuda pública es una variable stock, es el acumulado de deuda por las administraciones públicas año tras año. La deuda pública es parte de la deuda nacional, junto con la deuda privada, de las empresas, familias y entidades financieras. Actualmente la deuda pública es el 17% de la deuda total, mientras que la deuda de las entidades financieras es la mayor con el 34% (y eso despues de asumir el sector público parte de la deuda bancaria). La deuda total española es del 400% del PIB, unos 4,3 billones de euros. Menos de una quinta parte es deuda pública, el resto es privada. Es decir, unos 750.000 millones es deuda pública (75% del PIB).

El déficit público es una variable flujo, un resultado anual. Lo forman la diferencia entre los ingresos públicos menos los gastos público en un año, lo que llamamos déficit primario, menos el servicio de la deuda o pago anual de los intereses de la deuda acumulada. Esos intereses dependen de la deuda pública acumulada y del tipo de interés que se paga por ella.

El tipo de interés depende de la liquidez del mercado (cantidad de dinero disponible), actualmente baja, y del riesgo que los inversores intuyen en esa deuda, actualmente alta. El riesgo de país se mide con la famosa prima de riesgo, que es el diferencial entre el tipo de interés de un pais estable de referencia (Alemania) y España. La prima de riesgo se mide en puntos básicos que equivalen a un porcentaje, por ejemplo una prima de riesgo de 400 puntos básicos se adaptaría a un supuesto en que Alemania pagase un interés del 1% y España del 5%, distando entre ambos 4 puntos porcentuales, que son los márgenes en que nos hemos estado moviendo.
  
Profundicemos ahora en el desarrollo analítico. Partiendo de la Ecuación del Déficit Público:  
G-T+rB=dB/dt + dM/dt, donde:
  • G: Gasto Público (sin contar los intereses de la deuda)
  • T: Ingresos Públicos
  • r: Tipo de interés de la deuda Pública (B)
  • M: Base monetaria
  • dB/dt : Emisión de Deuda pública
  • dM/dt: Emisión de dinero de alto poder
Siendo los términos de la derecha las fuentes de financiación del déficit público. Tenemos una ecuación expresada en términos absolutos, en millones de euros.

Derivando y aplicando logaritmos (procedimiento matemático que voy a obviar por tedioso pero que puede encontrarse en cualquier manual de política monetaria, como el De Grauwe), llegamos a la siguiente ecuación en términos relativos:  b ̇= (g-t)+(r-x)b-m ̇, definiendo:

  • g= G/Y ; Ratio gasto público/PIB 
  • t= T/Y ; Ratio ingreso público/PIB 
  • x= Y ̇/Y ; Ratio de crecimiento del PIB 
  • m ̇ = M ̇/Y ; Ratio crecimiento base monetaria/PIB
  • b=B/Y (ratio deuda/PIB) y b ̇su tasa de variación interanual
Tenemos entonces que la tasa a la que varia el cociente deuda/PIB de un año a otro depende de la variación del peso del los gastos menos los ingresos públicos sobre el PIB (déficit primario) mas la diferencia entre el interés medio de la deuda publica y el ratio de crecimiento del PIB por el ratio deuda/PIB, menos el elemento de variación de la monetarización de la deuda o señoreaje.

O dicho de otra manera, si hacemos b ̇= 0, entonces el ratio de deuda respecto al PIB se estabiliza en torno a un valor constante y tenemos que: (r-x)b=(t-g)+m ̇, o sea, que si el tipo de interés es mayor que la tasa de crecimiento del PIB (r>x); es necesario que o bien el saldo primario (t-g) muestre un superávit suficientemente amplio (t>g) o que la creación de dinero (m ̇) sea lo suficiente alta (Señoreaje). 

Bien, ahora vamos a ver que dice Eurostat sobre las variables que hemos estado manejando en el caso de España:


Déficit público total (incluyendo el pago de intereses o servicio de la deuda). Vemos como España ha tenido tres años de superávit y como a partir de 2008 comienza a crecer el déficit público, sobre todo vía déficit primario como veremos ahora.

Aquí está es déficit público en variables desagragadas. Vemos como el servicio de la deuda se mantiene en una franja estable pero el saldo primario cambia de tendencia y se vuelve deficitario a partir del inicio de la crisis. Hasta ahora todos los esfuerzos políticos se han centrado en reducir ese déficit primario, bien via ingreso subiendo impuestos, bien via gasto con los famosos recortes.

Aquí vemos como a pesar de todo, la deuda pública española sigue siendo inferior a la alemana y a la media de la UE-27 (incluso con el 75% que arrojó 2012). Sin embargo la prima de riesgo castigó a la economía española severamente, en lo que claramente eran ataques especulativos para subir artificialmente los intereses y por tanto los beneficios privados.

Respecto al tipo de interés, vemos que es inferior al de principio de siglo, pero hay que tener en cuenta el diferencial con el tipo de interés del BCE. Mientras en 2001 el BCE prestaba dinero al 4´5%, en 2011 lo hacía al 1%, luego las entidades financieras que obtenían este dinero del BCE y lo invertían en deuda soberana obtenían un diferencial del 1´1% en 2001 y del 2´9% en 2011, mucho más dinero.

 Por último, la preocupante conclusión, el peso de la deuda en el PIB español ha crecido un 90´9% entre 2007 y 2011. Porque mantenemos un importante déficit primario, aunque se haya estabilizado, estamos pagando intereses de más por los ataques especulativos y además el PIB se contrae.

Con esos datos la deuda pública española se situa en un escenario de crecimiento explosivo (con tipo de interés medio superior a la tasa de crecimiento del PIB), o sea, como una bola de nieve que pendiente abajo crece por momentos. Con los datos de 2011, aplicándolos a la ecuación:

  • Tipo de interés medio de emisión de la deuda (r)= 0,039 
  • Tasa de variación anual del PIB (x)= 0,004 
  • Déficit primario (g-t)= 0,07 
  • Ratio deuda/PIB (b)= 0,693
Para que la deuda pública española se hubiese estabilizado (b ̇= 0) hubiesemos necesitado un crecimiento del PIB del 14%, ni los chinos en sus mejores años. Y ni siquiera se trata ya de estabilizar la deuda, sino de reducirla. Pero es que además no solo no crecemos a ese ritmo increíble sino que estamos en recesión. Mientras que con los mismos datos necesitaríamos un superávit primario del 2´42% para estabilizar la deuda. Algo conseguido en los años de bonanza pero bastante lejos de poder lograrse a base de recortes en plena crisis.

Pero es que hay una tercera variable importante que hasta ahora he considerado igual a cero por una cuestión de ortodoxia política, y es la creación de dinero (m ̇=0). El BCE, que tiene como objetivo fundacional el contener la inflación, se niega repetidamente a darle a la maquinita de hacer billetes, y ésto que podía ampararse en un halo de responsabilidad, se convierte en un sinsentido cuando el resto de economías importantes lo están haciendo.

España hubiese necesitado en 2011 un incremento de la base monetaria respecto al PIB del 9´4% para estabilizar la deuda. ¿Parece mucho? Japón acaba de anunciar un incremento del 100% en su base monetaria en dos años, o sea, piensa duplicar el dinero de alta potencia, una inyección de dinero equivalente al 30% de su PIB. Pero es que EEUU lleva años haciéndolo, tanto es así que desde 2007 la Reserva Federal ha incrementado su balance en un 233%. Y mientras el BCE sigue mirando al tendido cero, de tal suerte que España se está empobreciendo a la vez que mantiene la moneda más fuerte del mundo, todo un sinsentido.

Pero es que además, llegado el caso, la rígida norma del BCE de no inyectar dinero directamente a los Estados le traba su capacidad de intervención económica. Viéndose obligado a utilizar a los bancos de intermediarios, que sacan una suculenta y gratuita tajada de coger el dinero del BCE al 1% y dárselo a los Estados al 5%. Cuando no usan ese dinero para cubrir sus propias necesidades de liquidez, restringiendo la liquidez de los Estados, o lo usan directamente para especular, haciendo subir artificialmente las primas de riesgo. Y lo peor es que no hay ninguna justificación económica para este tipo de normativa más allá de la ortodoxia ideológica neoliberal, que por cierto se basa en supuestos de los años 70.

Además el BCE sigue manteniendo los tipos de interés incomprensiblemente mas altos que los países competidores. Así mientras la Reserva Federal hace ya tiempo que los mantiene en la franja de entre el 0% y el 0´25%, el BCE los tenía en el 1´5% en verano de 2011, lo bajó al 1% a final de año y hasta verano de 2012 no lo bajo hasta el 0´75% (Nota: unos días después de la publicación del post, el BCE bajó el tipo de interés al 0´5%, aún  lejos del 0´1% de Japón, pero de cualquier manera me alegro del que el BCE me haga caso con tanta rapidez).

Mantener esa fortaleza en el Euro lo único que consigue es perjudicar la competitividad de la economía europea con el exterior, encareciendo las exportaciones. Y ésto es tremendamente importante, sobre todo para España, que ha decidido jugarse la carta de su recuperación económica únicamente al sector exterior. Con una agresiva política de reducción salarial, que busca la atracción de capital extranjero vía reducción de los costes laborales (cuando el problema de costes en España es fundamentalmente energético). Resulta que ese cruel sacrificio al que se somete a los trabajadores españoles se ve neutralizado por la política monetaria europea. A la vez que como consecuencia de esta política, y del desempleo, la demanda agregada interna (el consumo) cae en picado, y además el gobierno agobiado por cumplir los objetivos de déficit corta la inversión pública. Decapitando así de un golpe los dos pilares históricos de crecimiento de la economía española.

Nos estamos tirando piedras contra nuestro propio tejado, pero piedras de unas dimensiones considerables. El problema es que de seguir así vamos a terminar por destruir las bases de nuestra propia economía, y es treméndamente estúpido, porque estamos siguiendo los pasos de Grecia, hasta los alemanes se están dando cuenta, y aquí nadie dice nada, cegados en esa especie de fe mitológica en las bondades de la UE y de Maastricht.